Pinocho -El país de los juguetes – continúa

Una alegoría de la sociedad del siglo XIX, época en la que vivió el autor Carlo Collodi, está más de actualidad que nunca.
– Pinocho, el protagonista: simbólicamente la humanidad, se siente atraído por un lugar de diversión, sin reglas, donde todo está permitido.
– Despreocupado, disfruta de un lugar intencionadamente mágico, pero que en realidad esconde un gran engaño de bienestar, y convierte al desdichado en un burro.
– Un hombre malvado que engaña a los niños y vende burros, para esclavizarlos, con el fin de enriquecerse en detrimento de aquellos que, por un placer efímero, le han confiado y delegado su vida, evitando ocuparse de ella.
– La maldad e indiferencia de la gente, que permite que los más débiles, sean explotados por seres pérfidos, que manipulan, engañan a los más despistados.
– La complicidad de las autoridades en el poder: como jueces y gendarmes que, en lugar de proteger a los honrados e inocentes, los castigan.
Al final, Pinocho consigue salir de la esclavitud, el sufrimiento y las vicisitudes, adquiriendo conciencia de sí mismo y responsabilidad de su propia vida.
Simbólicamente, el nombre de Pinocho hace referencia a la glándula pineal, a través de la cual uno se eleva desde el materialismo de la existencia hacia la esencia, el espíritu, que anima a la persona.
Simbólicamente, el nombre de Pinocho hace referencia a la glándula pineal, a través de la cual uno se eleva desde el materialismo de la existencia hacia la esencia, el espíritu, que anima a la persona.
El crecimiento y la evolución nos sacan de los meandros de la maldad, del sufrimiento, de la explotación por parte de los poderosos y de la incapacidad de las personas para asumir la responsabilidad de sus vidas y dejar de dejarse explotar.
HOY
El cuento de hadas continúa:
– El país de los juguetes: la sociedad actual llena de diversiones, engaños y distorsiones de la realidad.
– El conductor del carro: unos pocos malvados en el poder
– Diversión y placer efímero: creados a propósito por unos pocos villanos perversos, basados en una visión distorsionada y nublada por la
la creencia engañosa de cuidar y perseguir el bien de los individuos
– Los burros: la caída de la humanidad, tan baja que le cuesta remontar la pendiente, también porque está adormecida, aturdida, abúlica y sumisa
– La indiferencia de la gente: incapaz de asumir responsabilidades y actuar en su propio beneficio. La visión: mejor calmar el sufrimiento con pastillas y anestésicos que afrontar la causa y eliminarla
– La complicidad de las autoridades, gendarmes y jueces, para favorecer a los delincuentes y castigar a los inocentes, en lugar de protegerlos
– El proceso irreversible de transformación de niño en burro: una situación que hay que atajar a tiempo antes de que se complete.
LA RESOLUCIÓN ESTÁ EN LA SABIDURÍA DEL GRILLO HABLADOR, Y LA HADA TURCA, dos figuras simbólicas, respectivamente su propia conciencia, y la iluminación que despierta al títere, que ayudan a Pinocho, la humanidad, a TOMAR CONSCIENCIA de lo que están viviendo, a RESPONSABILIZARSE, a ACTUAR RÁPIDAMENTE CON COMPROMISO Y DETERMINACIÓN PARA CAMBIAR SU EXISTENCIA ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE. (Vilma)
Para más información:
https://it.wikipedia.org/wiki/Le_avventure_di_Pinocchio._Storia_di_un_burattino#Valore_pedagogico_del_romanzo
https://it.wikipedia.org/wiki/Paese_dei_balocchi
https://it.wikipedia.org/wiki/Carlo_Collodi
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com